EL VIEJO CELOSO nos presenta uno de tantos ataques cervantinos a la hipocresía de la conducta social, la incertidumbre, la poderosa ambigüedad que nos despierta el desenlace. El galán, cuyas dotes personales grita la irritada esposa detrás de una puerta a su propio marido, desaparece con excesiva prontitud. No sabemos si el adulterio se ha consumado o si, por el contrario, estamos asistiendo a una broma sangrienta, usada por la mujer enclaustrada, para vengarse del celoso y ridículo marido.
LA CUEVA DE SALAMANCA nos escenifica la burla que sufre un marido por parte de su mujer y la criada de ésta, con la ayuda de una vecina. La presencia de un estudiante vividor, cuyo ingenio salva la comprometida situación, redondea el asunto. El estudiante, que ha sido de antemano incitado por las mujeres para que guarde el secreto de lo que allí se está tramando, aplica sus conocimientos de magia, adquiridos en Salamanca, pasajeramente y con resultados, a los compinches de la juerga, cosa que el marido, acepta de inmediato, sin la más pequeña sospecha.
LA CUEVA DE SALAMANCA nos escenifica la burla que sufre un marido por parte de su mujer y la criada de ésta, con la ayuda de una vecina. La presencia de un estudiante vividor, cuyo ingenio salva la comprometida situación, redondea el asunto. El estudiante, que ha sido de antemano incitado por las mujeres para que guarde el secreto de lo que allí se está tramando, aplica sus conocimientos de magia, adquiridos en Salamanca, pasajeramente y con resultados, a los compinches de la juerga, cosa que el marido, acepta de inmediato, sin la más pequeña sospecha.
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